Hoy 12 de Octubre de 2016 he sentido la necesidad de escribir algo que en mi infancia en México podría haber sido una redacción para la escuela
MI PATRIA
Mi patria no es un rey, ni una bandera, ni tampoco una cabra .
Tengo dos patrias. La primera es México, donde nací, donde nacieron mis padres, donde murió mi padre cuando yo era un bebé.
Mi segunda patria es Catalunya, el lugar al que me trajo mi madre, fue casi por casualidad que acabamos aquí.
Mi patria mexicana es su comida, sus palabras, sus colores, mis recuerdos. Mi patria es apagar la tele o la radio cuando hay noticias de allá, porque duelen demasiado. Mi patria son recuerdos alegres de mi infancia y un presente doloroso y sangriento. Mi patria son las lágrimas.
Mi segunda patria la elegí yo, cuando me hice mayor podría haberme ido a otro lugar, o como tanta gente podría haberme quedado aquí sintiéndome extranjera, sintiéndola lejana. Pero escogí quedarme y hacerla mía, apender a decir la hora de la forma más extraña del mundo, saber que quiere decir un "quatre de deu amb folre i manilles" y utilizar los "pronoms febles". Esa patria no es la bandera, es la sonrisa.
De aquí mi autodefinición "soy una catalana que come picante"